viernes, 13 de enero de 2017

DE CAL Y DE ARENA


Conocí a ambas hace poco más de diez años, por la misma época y a través del mismo medio. Hoy, mientras celebro que una de ellas se ha comprometido con la persona que ama, no puedo dejar de llorar porque la otra ya no va a estar más.

A veces, la vida tiene una forma muy cabrona de recordarnos que sólo somos polvo y aire.


No hay comentarios: