domingo, 22 de agosto de 2010

AÑORANZA

Hacía muchísimo calor, las playas estaban abarrotadas, había un lotero que quería comprarle coquinas a su mujer, un guitarrista callejero que tocaba "Nothing else matters" y "Always somewhere", un mercadillo medieval en el Pópulo, un camarero loco que abría una manguera ante todo el que pasaba por su calle y una amiga con copas encima que se hacía un lío al decir mi nombre. Servían un delicioso ajo blanco con melón, las cervezas heladas caían una tras otra a través de nuestras gargantas, hubo caídas y mareos por el calor y, por tener, hasta tuvimos lágrimas de despedida al día siguiente. Pero el recuerdo más hermoso que conservo es la ilusión que sentimos y el amor que nos teníamos.

Un año después, la evocación de ese domingo en Cádiz me sigue emocionando hasta las lágrimas.

2 comentarios:

Alfonso Saborido dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=w_ZzeYMBZ4k

:)))

Frantic St Anger dijo...

Ahora sí que me tienes llorando como una magdalena.